En la década de los 70 BMW era la marca a batir en el Campeonato de Europa de Turismos. Su arma secreta fue el BMW 3.0 CLS, un coupé de cuatro plazas que tiene el privilegio de ser el primer automóvil creado en la filial deportiva BMW Motorsport.
Tributo al pasado
Pues bien, BMW ha querido rendir homenaje a este automóvil con el Concept BMW 3.0 CSL Hommage. Las siglas “CSL” significan “Coupé Sport Leichtbau” (coupé, deportivo y ligero). En los años 70 se utilizó el aluminio para aligerar al CLS mientras que en el Hommage se han utilizado los últimos componentes como fibra de carbono o plástico reforzado con fibra de carbono (PRFC). Así, estas fibras son más resistentes y ligeras que el aluminio, ofreciendo un mejor rendimiento.
Diseño insinuante
Karim Habib, Jefe de Diseño de BMW ha querido crear un diseño que no evidenciara las similitudes que a simple vista se puede tener con el modelo original. Su intención ha sido que el parecido “se intuya más que verse”, según sus propias palabras. La verdad es que la estampa de digna de admiración con entradas de aire por doquier, deflectores y unos anchos pasos de ruedas con sistemas Air Curtain y Air Breather para su óptima ventilación. En cuanto al color se ha elegido el original de su antecesor, el Golf Yellow.
Frontal musculoso
El Hommage puede alardear de ser uno de los BMW más anchos y bajos de la marca. Aunque incorpora luces con tecnología láser y led, se le ha dotado de cuatro faros para rememorar a su antecesor. Con una parrilla con los típicos riñones de la marca y unos faros pequeños da la sensación de que tenemos ante nosotros un terrible depredador en tensión, a punto para saltar sobre su presa. Su presencia, innegablemente, es tremenda. Sus impresionantes llantas de 21″ ayudan a darle ese toque musculoso.
Lateral distintivo
Una línea horizontal continua rodea al Hommage, también a semejanza del original CSL, le da un aire cierto dinamismo aunque sigue siendo un coche básicamente musculoso y no es que ello sea malo precisamente, sino todo lo contrario. La línea del techo, dividida en tres, hace que sea uno de los pocos automóviles que cuyo techo no fluya hasta la zaga, otra licencia que hace honor al CSL original.
Trasera impactante
Tan poderosa o más, si cabe, que el frontal, la parte trasera dispone de una serie de elementos horizontales que hacen que el coche parezca tan ancho como es. Las luces traseras tienen un atractivo especial gracias a una tira de LED colocada sobre el alerón y que une los dos pilotos. En cuanto al faldón desprende potencia por los cuatro costados. Vale la pena recrearse en él y observarlo de “tú a tú” en cuclillas durante un momento para ser plenamente consciente de la fuerza de este BMW.
Interior
Sin concesiones al lujo. Así se podría definir a su interior. Lo que hay es exactamente lo necesario salvo la madera decorativa para, de nuevo, honrar a su antepasado. A destacar su volante que no es tal, si no más bien unos mandos de aviación. Sus baquets, salidas para la espuma del extintor o un lugar donde dejar los cascos en la parte posterior del vehículo no dejan lugar a dudas: sus genes transpiran competición.
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